La importancia de una cama para cuidados para personas con contracciones y espasticidad
A menudo, los síntomas de afecciones como la enfermedad de Huntington, la esclerosis múltiple, la ataxia o también la epilepsia abarcan movimientos intensos y descontrolados que pueden provocar lesiones a las personas afectadas. Crear un entorno seguro en la asistencia domiciliaria, en particular en el dormitorio, es fundamental y puede garantizarse con la adquisición de una cama para cuidados adecuada. Nuestras camas para cuidados han sido desarrolladas especialmente para las diferentes necesidades de enfermedades con síntomas como la espasticidad y las contracciones. Pese a ello, es importante no dejar de lado la calidez y el factor especial de bienestar de las camas. El acolchado integral sin huecos está previsto también para las personas que sufran las secuelas de una apoplejía, un accidente, artritis u osteoporosis y que necesiten una cama especial para disfrutar de un sueño reparador. Las personas con enfermedades hereditarias como autismo o el trastorno muscular ADCY5 estarán protegidas a la perfección mientras duermen gracias al acolchado extragrueso de nuestra cama para cuidados.
Burmeier ofrece camas para cuidados acogedoras y modernas que, con su capacidad de regulación eléctrica, asisten a terapeutas y al personal responsable de los cuidados en sus actividades cotidianas protegiendo su espalda. Poder sentirse en el propio dormitorio como en casa a pesar de la dependencia es algo obvio para nosotros y, por eso, ofrecemos diferentes camas para todos los gustos.
Enfermedad de Huntington
La enfermedad de Huntington, conocida también como corea de Huntington, es una enfermedad neurológica rara hereditaria. Los síntomas son trastornos del movimiento, trastornos conductuales y alteraciones psicológicas. Los primeros indicios físicos tras su aparición son trastornos del equilibrio, alteraciones de las habilidades motoras finas y un movimiento descontrolado de las extremidades. Con frecuencia se observan también cambios en la personalidad, entre los que se encuentran, por ejemplo, trastornos conductuales de tipo agresivo o desinhibido. Las personas que padecen esta enfermedad también pueden presentar comportamientos contradictorios y aislarse socialmente, sufrir apatía y desidia. Las depresiones y la inestabilidad emocional forman parte también de los síntomas. Durante el avance de la enfermedad, los movimientos involuntarios pueden intensificarse y, por último, provocar la incapacidad de caminar. Es en concreto en este estadio cuando se necesita una protección especial, principalmente en casa.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que desencadena una inflamación crónica del sistema nervioso central. La EM transcurre en brotes de diferente intensidad, siendo su frecuencia de mínimo 30 días. La evolución de la enfermedad difiere según la persona afectada y no siempre se agrava; en muchos casos la persona puede llevar por suerte una vida sin complicaciones. Con cada brote pueden aparecer síntomas como problemas de movimiento y de sensibilidad, pérdida de visión y dificultad para hablar que pueden afectar a la vida cotidiana cada vez en mayor medida. En este caso, el paciente depende en su día a día de dispositivos auxiliares como una cama para cuidados o una silla de ruedas y de la ayuda externa.